No es difícil comprender la relación que hay entre la Patagonia y la Antártida. Son sólo 1.000 kilómetros separan la ciudad más austral de Argentina, Ushuaia, de la Península Antártica. Era sólo cuestión de tiempo que los países más cercanos tuvieran firmes asentamientos y pretensiones en este continente.
Hasta ese entonces, la Antártida era un lugar poco conocido y hasta guardado en secreto por los balleneros y cazadores de focas. Nadie quería revelar posiciones que podrían poner en peligro el monopolio de ciertas empresas.
Esta actitud general que tuvieron los balleneros impidió el desarrollo del conocimiento de este continente que fue una incógnita para el mundo entero y que, en parte, aún lo es.
Tras las gestiones del Perito Moreno con el Profesor Bruce , el buque Scotia zarpó del puerto de Buenos Aires el 21 de enero de 1904 y llegó a la isla Laurie el 14 de febrero. Allí el profesor Bruce entregó las instalaciones al gobierno argentino pues este profesor no iba a poder seguir realizando sus estudios de mediciones en este lugar.
Fue el 22 de febrero de 1904, cuando la República Argentina activa el Observatorio Meteorológico y Magnético de las Islas Orcadas del Sur. Desde ese día, y hasta el día de hoy sigue en funcionamiento. De este modo, la República Argentina ha tenido una presencia ininterrumpida en la Antártida desde 1904.
El 30 de marzo de 1927, fue cuando se escucharon por primera vez en la Antártida los sonidos del alfabeto Morse, ese día en el Observatorio Meteorológico de las islas Orcadas del Sur, se inauguro oficialmente la Estación Orcadas (LRT) que estableció contacto con la Estación LIK de Ushuaia, y a través de ella con Buenos Aires.